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8M: La importancia del paro y la movilización de mujeres

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ANÁLISIS & OPINIÓN | El próximo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, jornada en la que se desarrollará un paro internacional de mujeres que será acompañado por movilizaciones en distintas ciudades del mundo. “El 8M, estaremos junto a las mujeres, codo a codo y en igualdad, marchando en el Paro Internacional de Mujeres”

       #LaCGTQueLucha   #8M

 

 Por Walter Correa (*)

 

Ese día, nuestras mujeres de la patria, nuestras compañeras, saldrán a las calles de todo el país a reclamar por el fin de la violencia machista, tanto física como simbólica, y que en algunos casos terminan engrosando la nefasta y cobarde lista de mujeres asesinadas por hombres. Como así también por la igualdad de las condiciones laborales.

 

Nuestra responsabilidad como varones, y como integrantes de un espacio político en el que bregamos por una verdadera patria libre, justa y soberana, es acompañar codo a codo a nuestras compañeras mujeres en sus luchas y reivindicaciones.

 

En este sentido, quienes formamos parte de la Corriente Federal de Trabajadores-CGTsumamos el año pasado el Punto 27 a nuestro programa de acción político-sindical, que afirma lo siguiente:

“Vivas, libres e iguales nos queremos”

Se requieren políticas de los tres poderes del Estado destinadas a:

 

  1. I) Eliminar todo tipo de modalidad de violencia, tanto simbólica como física hacia la mujer y II) eliminar cualquier motivo que obstaculice o discrimine a la mujer en el ámbito social, económico, laboral, cultural, comunicacional, sindical y/o político. Abordar la prevención y concientización social en ambos aspectos. Considerando desde un sentido transversal a la perspectiva de género, este programa en su totalidad será siempre entendido, interpretado y aplicado con dicha visión”.

 

Distintas mujeres de nuestra historia nacional, fueron protagonistas directas tanto de las luchas emancipadoras del pasado siglo XIX, como de las luchas sociales y políticas de los siglos XX y XXI, que transitamos en la actualidad.

 

En este sentido, mujeres como Macacha Güemes, Martina Chapanay, Juana Azurduy, Encarnación Ezcurra -entre otras- combatieron en algunos casos, fusil y espada en mano, junto a nuestros próceres como Don José de San Martín, Martín Miguel de Güemes, Juan Manuel de Rosas y Manuel Belgrano, por citar a algunos de ellos.

 

Ya en el siglo XX, las mujeres obreras tomarán un destacado protagonismo en cada lucha sindical, social y política. Ejemplo de ello, es la destacada actuación de las obreras textiles en la revolución social y política del 17 de octubre de 1945.

 

 

Luego de esa fecha bisagra en nuestra historia, Juan Perón, en pleno desarrollo de su primer mandato como Presidente de la Nación, durante el período ordinario de sesiones del Congreso, que se desarrolló el 26 de junio de 1946, afirmó: “La creciente intervención de la mujer en las actividades sociales, económicas, culturales y de toda índole la han acreditado para ocupar un lugar destacado en la acción cívica y política del país. La incorporación de la mujer a nuestra actividad política, con todos los derechos que hoy sólo se reconocen a los varones, será un indiscutible factor de perfeccionamiento de las costumbres cívicas”.

 

Más tarde, Perón, incluyó en el Primer Plan Quinquenal remitido el 19 de octubre de 1946, el proyecto de ley sobre derechos electorales femeninos, a lo que se sumó la capacidad y voluntad de la entrañable Evita Perón para llevar adelante dichas iniciativas.

 

“La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles…la mujer debe afirmar su acción. La mujer debe votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos”, afirmó Evita, el 27 de febrero de 1946.

 

Un año después, en 1947, y venciendo la negativa de los bloques opositores al gobierno justicialista, se aprueba la ley 13.010 que garantiza como un derecho inalienable el voto femenino.

 

Desde entonces, muchas fueron las mujeres que siguieron impulsando las luchas por la reivindicación de género, y los derechos que emanan de esta concepción.

 

Hasta llegar al año 2007, cuando una mujer va a ser presidenta por primera vez en Argentina: nuestra compañera-coraje, Cristina Fernández de Kirchner. Quien al día de hoy, continúa defendiendo los derechos de nuestro pueblo, como toda su vida lo hizo.

 

El 8M, estaremos junto a las mujeres, codo a codo y en igualdad, marchando en el Paro Internacional de Mujeres.

 

  (*) Walter Correa es Diputado Nacional (FpV-PJ). Secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina. Secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores dela Industria del Cuero y Afines (FATICA). Secretario General CGT – Regional Oeste. Referente de la Corriente Federal de Trabajadores-CGT.

 

 

 

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