Desde la Iglesia Católica advierten que la nueva política de medicamentos del PAMI es una “eutanasia encubierta”
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Al aludir al recorte en la cobertura de remedios por parte de PAMI, monseñor Ángel Rossi sostuvo que “cuando una norma prescinde de la persona, da la sensación de que quién pensó esto no pisa la tierra”.
“Cuando una norma prescinde de la persona, en este caso nuestros jubilados, nuestros abuelos, jubilados que compran 100 gramos de carne a la semana como para incorporar carne a la dieta, y gente que compra medio pimiento en las verdulerías, da la sensación de que quién pensó esto no pisa la tierra”, argumentó el Arzobispo de Córdoba.
Además, advirtió que “los jubilados tienen que elegir entre comer o medicarse” y recordó que “la espera de una guardia en el hospital no es grata”.
“La espera de un jubilado, que en vez del júbilo de recibir una buena jubilación, tendrá que optar entre comer o medicarse. Esa miserabilidad que estamos viviendo donde nuestros abuelos, nuestros viejitos, están a veces en una especie de eutanasia disimulada, dice el papa Francisco, como sistema”, reflexionó.
En igual tenor, disparó: “Para muchos es muerte; si tenés que elegir entre comer y medicamentos, tendés a comer, con lo cual hay medicamentos que no reciben. Por lo tanto, para muchos es muerte; por lo tanto, nuestro pueblo tiene esperas duras. La espera de los transportes, la espera de una mamá o de una esposa en la cola de las cárceles para ver al hijo o al esposo. Son esperas duras”.
“Nuestro pueblo es maestro de una esperanza crucificada muchas veces, pero también es maestro de una esperanza gozosa, de una esperanza linda, esperanza de familia, esperanza de gozo aún en tiempo de las dificultades”, concluyó el arzobispo Ángel Rossi.
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