El Gobierno de Larreta busca levantar tres construcciones en el área protegida de la Reserva Ecológica de Costanera Norte

31 mayo, 20231 junio, 2023 Revista Tiempo 30

Protesta de estudiantes y docentes de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto a organizaciones ambientalistas, contra las construcciones impulsadas por el gobierno de Larreta.

Estudiantes y docentes de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto a organizaciones ambientalistas, realizaron este miércoles una protesta contra la construcción de dos locales gastronómicos en la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte al considerar que causarán “daños y disturbios ecológicos sobre las distintas especies de fauna”.

La movilización comenzó a las 18 en el Pabellón II de Ciudad Universitaria y luego se trasladó al Puente Ángel Labruna, donde desplegaron carteles en oposición a “las obras iniciadas para dotar de infraestructura a la Reserva, la cual fue creada por ley en 2012 y está cogestionada por el Gobierno porteño y la UBA”.

“Parte de estas obras revisten un carácter ilegal, ya que incumplen el artículo tercero de la ley 4467 que establece la prohibición de alterar la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria – Costanera Norte por cualquier otra obra o acción humana que degrade la biodiversidad de la zona”, alertaron desde el colectivo de estudiantes y docentes en un comunicado.

En ese sentido, señalaron que está en ejecución la edificación de un centro de interpretación y baños en una zona “intangible” de la reserva; al tiempo que precisaron que “es inminente la construcción de dos locales gastronómicos, que se planificaron y ejecutaron a espaldas de la comunidad y sin considerar el impacto ambiental negativo que se va a generar”.

Entre los “daños”, mencionaron “el cambio de uso de suelo al impermeabilizar y edificar sobre áreas naturales de bosque y pastizal y los disturbios ecológicos sobre las distintas especies de fauna”.

También, destacaron que “la contaminación lumínica nocturna perturbará la vida de aves, reptiles y peces, y la futura contaminación generada por las implicancias del funcionamiento y uso que tendrán los locales, que terminará indefectiblemente afectando al río y a la propia reserva, junto a cientos de especies animales y vegetales qué allí habitan”.

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